La salvación de los enamorados
Hacía varios días que los dos jóvenes habían salido huyendo de sus hogares y vagaban por tierras deshabitadas. Pronto, sus perseguidores descubrieron sus huellas. Los dos sabían que, si los hallaban, sería el fin de su relación. Gracias a una enorme y hermosa planta, hueca en su interior, los enamorados se libraron de sus enemigos y fueron los seres humanos más felices del mundo el resto de sus días.
Un cactus para decorar
Con el tiempo, los huasanes y los mallis se habituaron a ver aquel hermoso cactus en las inmediaciones del lugar donde habitaban. Lo hallaban tan bonito que algunos de ellos decidieron plantar en sus huertos una planta similar. Se trataba de una planta ideal, ya que no precisaba ni de humedad ni de grandes cuidados y, sin embargo, en primavera, ofrecía una linda flor. Todos estaban de acuerdo en que no había otra tan bonita.
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